27 de octubre de 2013

Ø Consecuencias del manejo inadecuado de los recursos naturales.

ó         Impacto de las poblaciones humanas sobre el ambiente

La subsistencia de los seres vivos no sólo depende de la existencia de aire, suelo, agua, luz, fauna, flora y otros, es necesario el respeto hacia el entorno natural que nos rodea.

Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el último siglo, y especialmente en los últimos 40 años, los seres humanos hemos causado enormes cambios en el ambiente mundial. Los más directamente afectados por problemas de ambiente, desde la contaminación del agua hasta el cambio climático, son también los más pobres y los que están en peores condiciones de cambiar sus medios o estilos de vida para hacer frente a la declinación ecológica o combatirla.

Veamos algunos ejemplos:

Los agricultores, ganaderos, taladores de árboles y urbanizadores han destruido aproximadamente la mitad de la cubierta forestal o espacio boscoso originario del planeta; otro 30% de esa cubierta está degradada o fragmentada. Haz cuenta, queda intacto sólo el 20% de bosques.

En el último siglo, según estimaciones, la degradación de los suelos se ha reducido en 13% las tierras de cultivo y en 4% los pastizales. En los últimos años, en muchos países la producción alimentaria ha sido superada por el crecimiento de la población. Unos 800 millones de personas están crónicamente mal nutridas y 2,000 millones carecen de seguridad alimentaria.

De las existencias de fauna ictícola -fauna del agua- en todo el mundo, las tres cuartas partes han desaparecido o han excedido los límites sostenibles. En los últimos 50 años, las flotas de pesca industrial han extraído al menos un 90% de los mayores predadores oceánicos, entre ellos, el atún, el pez aguja y el pez espada.

Desde el decenio de 1950 se ha triplicado la demanda mundial de agua. Está disminuyendo la cantidad y la calidad de las aguas subterráneas debido al bombeo excesivo, a la escorrentía de fertilizantes y plaguicidas y a las aportaciones de desechos industriales. 500 millones de personas viven en países donde hay estrés hídrico o escasez de agua. Según se prevé, hacia el año 2025 esas cantidades estarán entre 2.400 millones y 3.400 millones.

Como resultado del consumo de combustibles fósiles, actualmente los niveles de anhídrido carbónico en la atmósfera son superiores en un 18% a los existentes en
1960 y, según se estima, superiores en un 31% a los existentes al comenzar la revolución industrial en 1750. El incremento del anhídrido carbónico se debe a varios factores, donde la actividad industrial contribuye en un 55%.

La acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, incluido el anhídrido carbónico, se ha vinculado al aumento y a las variaciones extremas.

Según se estima, el nivel del mar ha aumentado entre 10 y 20 centímetros, debido en gran medida a que grandes masas de hielo se han derretido y los océanos se han ampliado, a raíz del calentamiento regional y mundial. Los pequeños países insulares y las ciudades y terrenos agrícolas de baja altitud corren graves riesgos de inundación.

Aguascalientes no escapa de esta dinámica destructiva. Las decisiones tomadas desde los gobiernos van en la línea del desarrollo capitalista, en el que lo importante es generar “riqueza” que se mide en función de cuánto dinero se genera, sin importar la destrucción de los medios de subsistencia de comunidades, ciudades, lo que implica la decadencia de seres humanos y otros seres vivos. Esta dinámica destructiva se ha incrementado a partir del año 2003. Ejemplo de ello son las autorizaciones que ha dado el estado a empresas con capital extranjero en el tema de la explotación minera a cielo abierto. Esta actividad no sólo utiliza grandes cantidades de agua que son extraídas de ríos o lagos sino que además, utiliza dinamita u otros explosivos para montañas y cerros, provocando el cambio ambiental en esos lugares.

¿Sabías qué?

El anhídrido carbónico también se conoce como dióxido de carbono.  El dióxido de carbono es uno de los gases de invernadero que contribuye a que la tierra tenga una temperatura habitable, siempre y cuando se mantenga dentro de un rango determinado. Sin dióxido de carbono la tierra sería un bloque de hielo. Un exceso de este gas acentúa el fenómeno del efecto invernadero, reduciendo la emisión de calor al espacio y provocando un mayor calentamiento del planeta.

Con las explosiones se acaba con bosques y vida animal, y con la utilización de agua, no sólo se agota este recurso, sino que también se envenenan esas fuentes hídricas. Agregado a esto, esta actividad minera no trae riqueza para el país y para su población ya que las ganancias que se generan en la explotación de minerales, se van casi en su totalidad al país al que pertenecen las empresas mineras.

Este último dato nos pone en la ruta de otras reflexiones del medio ambiente en nuestro estado, pues ¿a partir de qué el estado da estas autorizaciones? ¿Los bienes de Aguascalientes le pertenecen al estado o al gobierno de turno? ¿A quién perjudica toda esta actividad? Y en consecuencia ¿quiénes son los mayormente beneficiados?

Los bienes naturales de Aguascalientes son de todos, por lo que deben beneficiar principalmente a todos los seres que habitamos estas tierras. Para la utilización de los bienes naturales debe tomarse en cuenta principalmente el beneficio común antes que el beneficio particular, tal y como lo manda la Constitución Política de la República Mexicana.

¿Te has puesto a pensar que sucedería si los recursos naturales se deterioraran a tal grado en nuestro estado que prácticamente dejarán de existir? Si se continúa con la idea de explotar los bienes naturales de Aguascalientes en forma indiscriminada; los resultados serían catastróficos; nuestro Estado se convertirá en un sitio inhabitable donde se incrementarán los problemas sociales derivados de la escasez de los recursos necesarios para sobrevivir. Se habrá generado mucho dinero, pero para ello se habrá pagado un alto costo: la pérdida de la verdadera riqueza de Aguascalientes que está compuesta por sus diversas culturas y sus bienes naturales. La calidad de vida de las poblaciones humanas está relacionada a la calidad y cantidad de bienes naturales que tenga a su disposición.

                     
Las cosas no cambian solas, es necesaria una mano, más bien, muchas manos para empujar, promover y transformar los países y las sociedades. Para esto las personas somos clave. Por ejemplo, sin el impulso y el trabajo de las mujeres sufragistas, las mujeres en el mundo, seguirían sin gozar del derecho a votar. La participación ciudadana es central para promover acciones, especialmente aquellas que buscan mejorar las condiciones de vida para la gente.

Actividades

*      ¿Crees que se incrementa la pobreza con la pérdida de la biodiversidad? ¿Por qué?
*      Con tus reflexiones elabora un cuento al estilo de moraleja, con una extensión mínima de una página, que tenga como tema: “El combate a la pobreza desde la protección de la biodiversidad”. Recuerda que un cuento siempre tiene una enseñanza o una lección que todos debemos aprender.

*      Presenten sus cuentos en mesa redonda en un evento especial organizados por su Profesor (a).

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